Nací en Granada en 1978 y di mis primeros pasos en la pintura al lado del abuelo Konstantino, compartí vivencias artísticas junto a Iván Moricz Karl y con León Einberger participé en experiencias al aire libre en Europa. Con mi padre y hermanos recorrí Patagonia en una exploración que me enriqueció. En Argentina expuse en Córdoba, Villa Allende, Villa Giardino, La Granja, Nono, Neuquén, Río Gallegos, Ushuaia, Merlo, San Luis, Buenos Aires, S. Antonio de Areco, Mar del Plata, Cafayate, San Rafael, Mendoza y en el exterior en Steamboat (Estados Unidos), Salzburgo, Vercelli y Linares (Europa)…
Nací en Granada en 1978 y di mis primeros pasos en la pintura al lado del abuelo Konstantino, compartí vivencias artísticas junto a Iván Moricz Karl y con León Einberger participé en experiencias al aire libre en Europa. Con mi padre y hermanos recorrí Patagonia en una exploración que me enriqueció. En Argentina expuse en Córdoba, Villa Allende, Villa Giardino, La Granja, Nono, Neuquén, Río Gallegos, Ushuaia, Merlo, San Luis, Buenos Aires, S. Antonio de Areco, Mar del Plata, Cafayate, San Rafael, Mendoza y en el exterior en Steamboat (Estados Unidos), Salzburgo, Vercelli y Linares (Europa).
Visité museos europeos en varias oportunidades en las que estudié a los grandes maestros y pinté rincones de las capitales más importantes. Guillermo Mendizábal me guía en diseño, estética y composición.
Así es mi lugar: uno más entre muchos, sabiéndome atado a la raíz, compartiendo, nutriéndome del halo que una obra inspira y viendo desplegar los pétalos: arte efímero, caprichoso y sagaz. Anhelo entresacar lo precioso y dejar atrás todo artificio. Una flor es como música que pasa y no es más: un día hipnotiza y deslumbra con todo su esplendor, luego ya nada será igual; todo se pierde. Su vanidad queda al desnudo para dar toda la gloria al Creador.
Mi objetivo: aprender de esa escondida brisa, espíritu que teje el verdadero sentido en las sazones de la Vida.